Vivimos en una de las regiones con mayor desigualdad en el mundo, donde el 29 % de la población, casi 181 millones de personas, viven en condiciones de pobreza. A pesar de los grandes esfuerzos realizados en materia social durante años, la desigualdad persiste, lo que ha llevado a una movilidad social muy baja. Este círculo vicioso, donde a más desigualdad, menor movilidad social, y ante menor movilidad social, mayor dificultad para combatir las desigualdades, ha condicionado la vida de millones de personas. A diario, se enfrentan a una batalla desigual, donde las oportunidades no son equitativas para todos.

Existen muchas explicaciones sobre por qué la desigualdad no ha disminuido a pesar de los esfuerzos de diferentes actores, como organizaciones de la sociedad civil, fundaciones o gobiernos. Sin embargo, quiero enfocarme en un factor clave: la informalidad laboral.

Según un reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 1 de cada 2 empleos en Latinoamérica son en el sector informal y cerca del 39 % de los hogares dependen únicamente del empleo informal. Estos datos son alarmantes, ya que las personas con trabajos informales tienen casi 4 veces más probabilidades de estar en condiciones de pobreza. Lo más preocupante es que parece que este problema no está mejorando, dado que la tasa de informalidad entre los jóvenes supera el 60 %.

Por todo esto, es esencial combatir la informalidad y buscar la manera de integrar a aquellos en estas condiciones al mercado formal. Un empleo formal va más allá de un salario. Proporciona acceso a una serie de beneficios como seguridad social, acceso a crédito, esquemas de ahorro y pensiones, entre otros. Esto significa que, al tener un empleo formal, no solo se comienza a reducir las desigualdades en ingresos, sino que también se abordan otras desigualdades como el acceso a la salud y la inclusión financiera. Además, el empleo formal genera beneficios para los gobiernos, que a su vez pueden invertir los recursos recibidos en distintas iniciativas para combatir las desigualdades, generando así una dinámica positiva.

El aumento del nivel de empleo formal en la región es un gran desafío que depende de muchos factores, incluido el crecimiento económico y las políticas públicas. Sin embargo, en Impact Ventures PSM creemos que la formalización del empleo es un pilar clave para generar un impacto profundo y duradero. Por eso, en Impact Ventures PSM estamos en busca de emprendimientos que proporcionen herramientas a las personas para mejorar sus condiciones de empleabilidad, con el objetivo de reducir las grandes desigualdades que existen en Latinoamérica.