La evolución de la inversión deportiva

En los últimos años, la industria del deporte ha emergido como un sector atractivo para grandes fondos de inversión y gestores de activos. Desde clubes deportivos hasta nuevas disciplinas, el deporte está demostrando ser un campo lucrativo y lleno de posibilidades. Este auge responde a factores como el crecimiento de audiencias globales, la digitalización y la capacidad de generar ingresos diversificados a través de derechos audiovisuales, patrocinios y licencias. 

En el ámbito internacional, casos como la adquisición de la Fórmula 1 por Liberty Media han demostrado cómo la inversión estratégica puede transformar un deporte tradicional en una plataforma global de entretenimiento. El baloncesto también ha sido protagonista de grandes operaciones: la venta parcial de los Dallas Mavericks por parte de Mark Cuban por 3,500 millones de dólares generó un retorno aproximado de más del 1,100%, mientras que Michael Jordan logró retornos superiores al 1,000% al vender los Charlotte Hornets por 3,000 millones de dólares. Estas cifras resaltan el potencial extraordinario de rentabilidad que el deporte ofrece a los inversores. 

Según datos de Pitchbook, 20 de los 30 equipos de la NBA tienen relación con fondos de private equity. En la NFL, destacan movimientos recientes como las inversiones de Ares Management en los Miami Dolphins y de Arctos Partners en los Buffalo Bills. En total, 71 franquicias deportivas norteamericanas tienen vínculos con fondos de private equity, alcanzando una valuación conjunta de 205,500 millones de dólares. 

En México, ha destacado la noticia del interés de Apollo Global Management en invertir 1,250 millones de dólares en la Liga MX. Esta iniciativa buscaría fortalecer la gobernanza, centralizar la venta de derechos audiovisuales y estructurar acuerdos de patrocinio, inspirándose en modelos exitosos como la Premier League y LaLiga. 

Además de los deportes tradicionales, disciplinas emergentes como el pádel están ganando terreno rápidamente. Con una base de aficionados en constante crecimiento y un modelo de negocio escalable, el pádel ofrece oportunidades significativas para inversores que buscan diversificar sus portafolios. Fondos europeos como Ergon Capital, MCH Private Equity y Backspin Capital Investments ya han realizado inversiones importantes en este deporte, reflejando su creciente potencial como sector de negocio en expansión. 

El auge de la inversión en deportes también está impulsando la creación de vehículos especializados. Por ejemplo, Morgan Stanley prepara el lanzamiento de un portafolio de inversión enfocado en ligas deportivas, consolidando al deporte como una clase de activo por derecho propio. 

La inversión en deportes no solo genera beneficios económicos; también tiene un impacto positivo en la sociedad. Los proyectos deportivos fomentan la inclusión y el desarrollo comunitario, mejoran la infraestructura local y promueven valores como la disciplina y el trabajo en equipo. Además, ligas y equipos pueden apoyar causas sociales y programas educativos, amplificando su influencia más allá del ámbito deportivo. 

Con casos de éxito probados y un horizonte lleno de innovaciones, el negocio deportivo se está consolidando como una industria prometedora. Sin embargo, también es una oportunidad para repensar el rol del deporte como una herramienta para generar impacto social duradero. ¿Qué otras disciplinas y ligas capturarán la atención de los grandes jugadores del mundo financiero, y cuáles contribuirán de manera más significativa a la sociedad? 

Por: Sergio García 

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