El poder de formar comunidad

Más allá del equipo

Cuando hablamos de generación de valor, ya sea como gestores de un fondo o como emprendedores, un factor muy relevante es la gente. Parte importante del valor de las organizaciones reside en quienes colaboran día a día con la organización. Pero eso ya lo sabemos.

Sin embargo, hoy quiero reflexionar sobre la relevancia de la comunidad más allá de los colaboradores de la propia organización. Me refiero a la red de aliados dentro del ecosistema: otros inversores con quienes compartimos pipeline, la participación en eventos, el conocer de primera mano los retos del día a día de distintos emprendedores.

Rodearte de aliados estratégicos

Como emprendedor, es incalculable el valor de rodearte de buenos aliados: inversores con quienes hablar cuando estás levantando una ronda, mentores que te ayuden a enfrentar los retos de una mejor manera, emprendedores con quienes compartir soluciones a los desafíos cotidianos y formas para ser más eficiente en la operación de la compañía.

Espacios que amplifican

Este año he participado en dos eventos que me han hecho reflexionar sobre este tema.

En febrero, como cada año, estuvimos en Mérida en el FLII. Un foro de cerca de 1,000 personas, todas relacionadas de una u otra forma con la inversión de impacto. En tres días, tuve decenas de conversaciones con emprendedores, consultores, inversores y todo tipo de actores del ecosistema.

Como resultado, no solo conocimos emprendimientos con quienes estamos en conversaciones para una potencial inversión. También tuvimos conversaciones súper valiosas con actores relevantes del ecosistema que nos ayudan a entender mejor cómo debemos mirar y abordar la inversión de impacto en la región.

Aprendizaje desde el ecosistema

Más recientemente, participamos en el Programa de Liderazgo Ecosistémico LATAM, impartido por el Presencing Institute. Un programa en el cual, durante cinco días, compartimos aprendizajes con 350 líderes y agentes de cambio multisectoriales de todo el continente.

Incalculable el valor de compartir ideas y aprender sobre distintas visiones, tanto sectoriales como geográficas. Pero todas enfocadas en la creación de valor desde los ecosistemas, siendo estos la palanca para los verdaderos cambios frente a las grandes problemáticas que nos ocupan.

¿Lo hacemos con intención?

Me quedo pensando: ¿cuánto tiempo dedicamos en nuestra actividad diaria a estos temas? ¿Lo hacemos con la debida diligencia? ¿Debería ser un tema que abordamos con una agenda clara, o el valor reside precisamente en estar con mente y oídos abiertos?

¿Ustedes qué piensan?

Por: María Fernanda Vargas

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