En el mundo del Venture Capital (VC), la salida es un tema crucial. Una vez que las empresas de tu portafolio han escalado significativamente, no es fácil tener visibilidad de una salida. Típicamente, un fondo tiene tres opciones para desinvertir: un IPO (Oferta Pública Inicial), una adquisición estratégica (M&A) y ventas secundarias.
En México, tenemos un mercado poco profundo y un IPO es un escenario poco común; las ventas secundarias generalmente no son populares entre los nuevos inversionistas; así que, salvo porque exista la posibilidad de una adquisición estratégica, el reto de la salida es uno no menor.
Es importante mencionar que, típicamente, los Fondos tienen una vida de 10 años, con un periodo de extensión de 1+1 año. Así que, cuando se acerca el fin de la vida de un fondo, este tiene que salir forzosamente. La falta de opciones de salida exitosa a menudo deriva en una disminución importante en el retorno de dichas inversiones. Sin duda, existe menos presión cuando el Fondo tiene al menos un DVP (Distribución de Valor para el Socio Limitado) de 1.0 x. En el último año, hemos visto a muchos fondos “atorados” con inversiones en compañías que han escalado y tienen buenos resultados, pero que no están siendo adquiridas en ese momento, impidiendo hacer líquido el retorno de su inversión.
Por otro lado, están los emprendedores que han dedicado años a su compañía renunciando a tener una compensación de mercado, que podría ser más atractiva. Para ellos, materializar una parte de la ganancia es también importante para mantenerse motivados.
Aun así, la gran mayoría de los fondos de VC y PE, que son los jugadores que podrían “sacar” a los inversionistas que están listos para desinvertirse y regresar el retorno al Fondo y founders, típicamente no están dispuestos a invertir en ventas secundarias.
Generalmente, preocupa que los founders o Top Management, al deshacerse de una parte importante de su participación accionaria, estarían naturalmente menos alineados con los incentivos de la compañía. El ingreso potencial que recibirían si a la empresa le va bien sería mucho menor y, por otro lado, mucha liquidez les podría permitir destinar tiempo y recursos a otros intereses.
Sin embargo, en mercados más maduros, son cada vez más comunes y profundos los fondos enfocados en compras secundarias. Esto no solo tiene sentido para el propio Fondo, que aprovecha oportunidades de comprar a “descuento”, sino que también imprime liquidez y dinamismo a la industria. En LATAM, se ha lanzado ya el primer fondo destinado a compras secundarias, Attom Capital, liderado por Antonia Rojas e Íñigo Martínez.
En algunos casos, una venta secundaria es una alternativa “ganar-ganar”. Siempre y cuando los emprendedores y el equipo que dirige la compañía mantengan un porcentaje relevante, se mantienen motivados y alineados.
A su vez, se ofrece liquidez al mercado, lo cual le da circularidad a la inversión. Para los fondos que originalmente invirtieron en la compañía facilita la decisión de inversión, pues desde un inicio tienen más opciones para la salida. Y para los fondos que toman la posición secundaria, aprovechando la oportunidad de invertir en una compañía exitosa que no necesariamente se encuentre levantando una ronda a un valor descontado.
Creemos que impulsar las ventas secundarias da fortaleza al ecosistema y trae beneficios a todos los actores. Confío en que en LATAM cada vez veamos a más fondos secundarios o, en su caso, que los Fondos Globales volteen a ver más a la región, lo cual será positivo.
Autor María Fernanda Vargas