Enamórate del problema y no de la solución

Locura es hacer lo mismo y esperar resultados distintos”. — Albert Einstein. 

 

Hace unos meses leí un libro dirigido a emprendedores titulado Enamórate del problema y no de la solución de Uri Levine. Uri Levine es uno de los fundadores de Waze, la aplicación de movilidad que, estoy seguro, muchos de nosotros utilizamos frecuentemente. 

 

Un emprendedor es una persona que detecta una carencia o un problema en su entorno y busca crear un producto o servicio que resuelva dicha necesidad de una manera novedosa, escalable y adecuada; y con un poco de suerte habrá resuelto un problema, habrá desarrollado un negocio, se habrá procurado un sustento y, no algo menor, quizá habrá causado un impacto favorable social o ambiental en el planeta. 

 

Uri lanza en su libro un título provocador que a primera vista pareciera algo contra intuitivo, porque sugiere que el emprendedor debe enamorarse del problema y no de la solución. Sin duda, a lo largo del libro podrás descubrir el porqué de su planteamiento. 

 

Aunque Uri realiza cientos de recomendaciones para los emprendedores, para efectos de este artículo yo me centraré solamente en 4 enseñanzas básicas. 

 

  1. Búscate un problema que sea suficientemente grande.  

Esta es una lección sencilla: busca iniciar tu emprendimiento tratando de resolver un problema que afecte a una gran cantidad de personas y que tenga un impacto económico relevante, y de la mano habrás cambiado la vida de muchas personas en forma positiva. 

 

  1. Búscate un problema que tenga alta recurrencia o frecuencia.  

Es decir, que la necesidad de las personas se presente con mucha frecuencia. Son mejores aquellas oportunidades de negocio que involucran necesidades básicas y de uso diario/semanal que aquellas superfluas que solo se requieren muy de vez en cuando. 

 

  1. Enamórate del problema y no de la solución.  

Al hacerlo, estarás motivado para buscar la solución adecuada y estarás dispuesto a iterar tantas veces sea necesario hasta encontrarla. El problema debe ser la motivación y no la solución en sí. A veces la solución adecuada no aparece sino después de muchos fracasos o intentos fallidos. 

 

  1. Escucha atentamente a tus usuarios. 

Cuando se está diseñando una solución a un problema, debes asegurarte de que la misma sea adecuada al mercado, a esto se le llama Product market fit— PMF. Los emprendedores establecen hipótesis, las prueban y muy rápidamente deben decidir si van bien o cambian de hipótesis; muchas veces el fracaso viene de empeñarse en una solución que no es aceptada por tus usuarios. 

 

Estas lecciones para emprendedores pueden ser útiles no solo de cara al desarrollo de negocios que busquen satisfacer grandes necesidades, sino también a las difíciles decisiones estratégicas que deben tomar los CEO o funcionarios gubernamentales sobre cómo y dónde aplicar el esfuerzo, y recursos de una organización o país. 

 


Autor Octaviano Couttolenc

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