Hace varios meses, en una sesión de “speed dating” con emprendedores, tuve la oportunidad de platicar con unos chavos que estaban desarrollando un modelo de negocio para la creación de avatares enfocado al mundo del espectáculo.  

En pocas palabras, habían montado un estudio de grabación con cientos de cámaras y dispositivos de sonido, para poder generar representaciones visuales o gráficas de sus clientes para el mundo digital, lo que conocemos como avatares. Nada de esto podría lograrse sin el uso de IA y la creación de imágenes por computadora, y el desarrollo de chips como los que produce NVIDIA, empresa hoy tan exitosa.  

Conforme me contaban los usos que esto podía tener para los artistas, presentadores o conferencistas, veía yo que, con la generación de un avatar, se les podía dotar del don de la ubicuidad, ya que podrían estar dando presentaciones o participando en eventos sin estar presentes físicamente. 

Posteriormente, he visto muchas plataformas exitosas que, a través de IA, ayudan a los usuarios a la creación de su propio avatar, ya sea para animar presentaciones o para participar en llamadas virtuales. Con gran facilidad, puedes hoy crear una representación virtual de tu persona, animarla, ponerla a hablar en distintos lenguajes y, cada vez, de una manera que parece más real.  

Hace varios meses en una sesión de “speed dating” con emprendedores, tuve la oportunidad de platicar con unos chavos que estaban desarrollando un modelo de negocio para la creación de avatares enfocado al mundo del espectáculo. En pocas palabras habían montado un estudio de grabación con cientos de cámaras y dispositivos de sonido, para poder generar representaciones visuales o gráficas de sus clientes para el mundo digital, lo que conocemos como avatares. En ese momento confieso que no me hizo tanto sentido lo que me presentaron y dudaba de la relevancia o necesidad de que el mundo contara con ese servicio.  

Sin embargo, varios meses después tuve la oportunidad de ver un espectáculo llamado ABBA Voyage en Londres, y poder ver a las representaciones digitales de los 4 integrantes de este grupo sueco de los años 70, cantando, bailando e interactuando con el público, de una manera tal, que siendo honestos juraba que estaba viéndolos en vivo.    

Es una experiencia inmersiva que con toda honestidad borra la línea entre la realidad y el mundo digital. En la misma se mezclan imágenes generadas por computadora en 3D, con efectos de luces y sonido, grabaciones de voz originales del grupo y se acompaña por una banda instrumental que toca en vivo.  

Lo anterior ejemplifica como en ocasiones estamos parados frente a desarrollos tecnológicos o a la aplicación de herramientas disponibles en los negocios y no alcanzamos a ver la magnitud del impacto que estos pueden tener hasta que materialmente “nos cae el veinte”.  

En la búsqueda de inversiones para el Fondo de VC, hoy es necesario buscar emprendedores que han adoptado en su modelo de negocio el uso de IA, como un gran habilitador y es crítico entender cómo la utilizan, en que partes de sus procesos productivos u operativos incide y cómo optimiza costos y/o ayudan a la comunicación y mejor experiencia del cliente. No basta con quedarnos con el “Headline” de que un modelo de negocio utiliza IA, ya que el término está siendo mal utilizado por muchos con gran facilidad. Hay que documentarse y profundizar en los beneficios que aporta la IA y analizar hasta qué punto ofrece ventajas competitivas. Es muy promisorio que inclusive emprendedores con modelos de negocio más tradicionales busquen optimización vía IA.